domingo, 11 de marzo de 2018

Alta tensión

Portada
La tercera entrada de esta sección va dedicada al juego Alta Tensión, de Edge Entertainment. En este juego, nos ponemos en contacto con nuestro Señor Burns interior, siendo nuestro objetivo proveer con electricidad a la mayor cantidad de hogares posibles,  consiguiendo para ello dinero y recursos.






Este juego está pensado para entre 2 y 6 jugadores, y he de decir que aunque en muchos juegos de este estilo jugar sólo dos hace que pierda un poco, este juego se adapta bastante bien y hace que sea igualmente divertido.  Es un juego de los largos, podemos echar entre 90 y 120 minutos jugando tranquilamente.



(Antes de comenzar, me gustaría comentar que por lo que he leído en general las instrucciones de este juego dejan muchas dudas a los jugadores. Espero resolver la mayoría de ellas con esta reseña, pero en caso de quedar alguna sabed que estoy disponible en los comentarios.)



En este juego, somos magnates de empresas eléctricas que queremos hacernos con la mayor red de distribución del continente. En el juego original podemos elegir entre USA y Alemania, aunque las expansiones añaden varios mapas, entre los que podemos encontrar Australia o la Península Ibérica.



El tablero de juego se compone del mapa con sus respectivas ciudades, una fuente de recursos y un contador. El contador lo iremos avanzando en función de los distribuidores a los que suministremos energía; los recursos los utilizaremos para crear energía en nuestras centrales; y las ciudades nos servirán para poner distribuidores que serán aquellos a los que suministremos energía, teniendo que pagar para pasar entre ciudades y para construir. Como podemos ver en la imagen de abajo, el mapa se encuentra dividido en sectores, y elegiremos en cuántos sectores jugamos en función de los jugadores.
Mapa del juego
Mapa del juego
Como veréis, hay un elemento que hemos mencionado, las centrales eléctricas, que son parte imprescindible de este juego. ¿Pero de dónde salen las centrales? Las cartas de centrales se van sacando una vez por turno, y son los jugadores quienes eligen cuál se quedan mediante un sistema de subastas, con el dinero que van ganando.

¿Cómo jugar?

Antes de comenzar, se deben poner los recursos de base y repartir a los jugadores un dinero con el que podrán comenzar a pujar por las centrales. Las cartas de central se ordenarán tal y como vienen en las instrucciones.

El juego consta de tres fases:

  • En la primera fase sólo se puede construir un distribuidor por ciudad. Además, las centrales se subastan por orden ascendente numérico (por ejemplo, si tuviéramos las centrales 15, 10 y 22 se empezaría siempre por la 10). Se cambia a la fase 2 cuando uno de los jugadores consigue construir 10/7/6 hogares en partidas de 2/3-5/6 jugadores
  • En la segunda fase puedes construir aunque ya haya un hogar en esa ciudad. Las centrales se subastan de la misma forma. Se cambia a fase tres cuando sale la carta de fase 3 entre las cartas de centrales.
  • En la tercera fase acaba el juego. Las centrales se subastan ahora independientemente del número de la carta.

    Dentro de estas tres fases se desarrollan varias rondas de forma repetida.
        En la primera ronda se puja por las centrales, quedándose siempre para el mayor postor. Empieza subastando el jugador más abajo en el contador. Sin embargo, es importante recordar que si un jugador ha pujado y ganado en el turno de otro ya no puede volver a pujar más durante esa ronda. Tampoco podrá pujar un jugador que, llegado su turno, no quiera sacar a la venta ninguna central.


        En la segunda ronda, se compran los recursos que "dan de comer" a las centrales en el mismo orden que en la primera ronda. Los recursos se almacenan en estas mismas centrales hasta que son utilizados. Debemos recordar que una central no puede almacenar más del doble de recursos que utiliza cada vez. Por ejemplo, si una central utiliza dos unidades de carbón para abastecer a X hogares, esta central sólo puede almacenar cuatro unidades de carbón.

        En la tercera ronda podemos utilizar nuestro dinero (cuya unidad en el juego son los electros) para construir nuevos distribuidores. Es importante recordar avanzar en el marcador cada vez que construyáis.

        En la cuarta ronda utilizamos las centrales para enviar electricidad a los distribuidores, recaudando mayor cantidad de dinero cuantos más distribuidores podamos alimentar.

        Y por último, y no menos importante, reponemos los recursos, sacamos centrales, y ¡vuelta al principio!

        Mis consejos
        La cantidad de recursos que se reponen al final de cada turno varía en función de la fase del juego en la que nos encontremos, por lo que yo os recomiendo que tengáis la chuleta siempre a mano para hacerlo todo más fluido.

        Comprar más o menos recursos también influye en la ley de oferta y demanda y puede cambiar mucho el curso de las diferentes partidas.

        Entre ronda y ronda es muy importante que no se os olvide reponer recursos. Con la emoción es muy fácil que se olvide y luego llegan los malentendidos innecesarios.

        El final de la partida llega cuando uno de los jugadores alcanza el número de distribuidores necesarios. Sin embargo, otro puede hacerlo antes de que termine la ronda, por lo que es recomendable terminarla. Si hubiera un empate, desempatad por cantidad de electros.

        Cosas buenas: El juego tiene una gran jugabilidad, el hecho de poder adaptar el terreno (que se hace mayor cuantas más personas jueguen) dentro de varios mapas y el añadir algo de variabilidad al dejar algunas centrales fuera al principio del juego hacen que cada partida sea distinta. Esto, sumado a la gran cantidad de expansiones que existen (y a precios asequibles) hacen que sea un juego muy difícil de "quemar". Las piezas no son imprescindibles como en otros juegos, y puedes jugar aunque hayas perdido un distribuidor (esto a mí que soy torpecilla me parece una gran ventaja).  Además, este juego exige de capacidad de previsión, de cálculo y de gestión. Ejercitas la mente mientras te diviertes, 2 en 1.

        Cosas malas: Yo destacaría la cantidad de espacio que ocupa, ya que necesitas bastante sitio para jugar. Además, la necesidad de tener siempre las instrucciones a mano y la dificultad para entender éstas hacen que sea un juego difícil de jugar, sobre todo en las primeras partidas.

        Nota de Carmen: Un 8.8


        Creo que no me dejo nada, pero si tenéis alguna duda estaré encantada de responderla en los comentarios.



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